SEGUNDA ETAPA : CONSOLIDACION DEL COMSUMO
En esta etapa el sujeto empieza a destinar recursos para obtener la droga en forma independiente, vinculándose de esta manera con la red traficante. Poseer drogas pasa a ser un elemento de seguridad emocional. Cuando esto se produce en una etapa juvenil, donde la consolidación de la identidad es la gran tarea, se provocan grandes consecuencias ya que, la percepción de sí mismo cambia según se esté o no bajo los efectos de la droga. El organismo empieza a habituarse a la presencia de la sustancia y requiere cada vez dosis mayores, así el consumo deja de ser algo ocasional transformándose en algo más permanente. Aquí, el sujeto aumenta la dosis y comienza a probar otro tipo de drogas, llegando incluso a utilizar múltiples drogas. Además, el consumo de drogas empieza a realizarse solitariamente, por lo que ya no sólo es un reforzador social sino que pasa a ser un compensador importante de debilidades y limitaciones personales ( GONZALES y OSSA,1996). En esta etapa comienza a producirse, al igual que con la desviación en general una vida dual y ambivalente. Hay un grupo de personas que saben que consume droga (en general los amigos con que consume) pero hay un grupo de amigos y padres que ignoran su consumo, ocurriendo un habitual choque interno entre ambas posiciones. El individuo se aleja paulatinamente de su grupo "normal" por temor a ser descubierto y criticado, acercándose cada vez más a los amigos consumidores. Este proceso de desafiliación es lo que MONTERO (1979) denomina quiebre con el medio convencional a nivel comunicacional. Comienzan los cambios comportamentales, el sujeto debe desarrollar una serie de habilidades para seguir manteniendo oculto su consumo y para conseguir el capital necesario para comprar la droga, surgiendo de esta manera los primeros engaños, manipulaciones, mentiras y robos por parte del adicto, empieza a producirse un cambio valórico en el sujeto. Cada vez es más difícil mantener la adicción oculta, los familiares empiezan a percibir los cambios de actitudes, el sujeto empieza a alejarse de sus relaciones significativas. Se pone indiferente y distante ante sus antiguas relaciones, comienza a relacionarse con gente que consuma droga. Paulatinamente el consumo deja de ser algo privado transformándose en algo público, agudizándose de esta manera la ruptura con su medio convencional.
En esta etapa el sujeto empieza a destinar recursos para obtener la droga en forma independiente, vinculándose de esta manera con la red traficante. Poseer drogas pasa a ser un elemento de seguridad emocional. Cuando esto se produce en una etapa juvenil, donde la consolidación de la identidad es la gran tarea, se provocan grandes consecuencias ya que, la percepción de sí mismo cambia según se esté o no bajo los efectos de la droga. El organismo empieza a habituarse a la presencia de la sustancia y requiere cada vez dosis mayores, así el consumo deja de ser algo ocasional transformándose en algo más permanente. Aquí, el sujeto aumenta la dosis y comienza a probar otro tipo de drogas, llegando incluso a utilizar múltiples drogas. Además, el consumo de drogas empieza a realizarse solitariamente, por lo que ya no sólo es un reforzador social sino que pasa a ser un compensador importante de debilidades y limitaciones personales ( GONZALES y OSSA,1996). En esta etapa comienza a producirse, al igual que con la desviación en general una vida dual y ambivalente. Hay un grupo de personas que saben que consume droga (en general los amigos con que consume) pero hay un grupo de amigos y padres que ignoran su consumo, ocurriendo un habitual choque interno entre ambas posiciones. El individuo se aleja paulatinamente de su grupo "normal" por temor a ser descubierto y criticado, acercándose cada vez más a los amigos consumidores. Este proceso de desafiliación es lo que MONTERO (1979) denomina quiebre con el medio convencional a nivel comunicacional. Comienzan los cambios comportamentales, el sujeto debe desarrollar una serie de habilidades para seguir manteniendo oculto su consumo y para conseguir el capital necesario para comprar la droga, surgiendo de esta manera los primeros engaños, manipulaciones, mentiras y robos por parte del adicto, empieza a producirse un cambio valórico en el sujeto. Cada vez es más difícil mantener la adicción oculta, los familiares empiezan a percibir los cambios de actitudes, el sujeto empieza a alejarse de sus relaciones significativas. Se pone indiferente y distante ante sus antiguas relaciones, comienza a relacionarse con gente que consuma droga. Paulatinamente el consumo deja de ser algo privado transformándose en algo público, agudizándose de esta manera la ruptura con su medio convencional.
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